Al finalizar el sexenio de Vicente Fox, existían 32 millones de personas analfabetas, y a finales del 2008, llegó a 33 millones 400 mil personas. Una cifra muy alta si se cree que conforme pasa el tiempo, el país va mejorando su calidad y oferta educativa. Sin embargo, hoy, bajo el gobierno de Felipe Calderón, las cosas no han cambiado:Más de 30 millones de mexicanos no concluyeron o no comenzaron la primaria.En Europa y Estados Unidos hay 575 mil mexicanos, que representan la fuga de cerebros. Son cerca de 20 mil licenciados, maestros o doctores cada año que migran para trabajar en el extranjero.4 millones 100 mil niños sin educación básica (14.4% de la población entre 6 y 15).3 millones 600 mil niños de 5 a 17 años que trabajan.En el 2007 México obtiene último lugar en ciencias, matemáticas y lectura.En más de 4 pruebas, hemos obtenido último lugar en educación comparado con otros países.El 46.3% de maestros reprobaron el último Examen Nacional.En la evaluación del 2009 a los 30 países miembros de la OCDE sobre su sistema educativo, México ocupa:Último lugar en gasto por alumno.Por cada alumno de 27 millones en el país, se destinan sólo 37 mil de pesos al año (el promedio en otros países es de 117 mil pesos)Último lugar, en graduados de secundaria (sólo 41% terminan)Segundo nivel más bajo en egresados de preparatoria (sólo 39% entre 25 y 34 años terminaron).Estas son algunas espeluznantes cifras de la educación en México.
Para que México avance es necesario hacer un análisis de cuáles son los factores que se lo están impidiendo y uno de ellos sin lugar a dudas es la educación.
Si se analiza el desarrollo de cualquiera de los países desarrollados en el mundo, se llegará a la conclusión de que la base de todos y cada uno de ellos ha sido el desarrollo de su educación en todos los niveles, desde enseñar a los niños a leer y escribir como planear todos los niveles de su educación: primaria, secundaria, preparatoria, escuelas técnicas y universidades. De esa forma se cuenta con la materia prima necesaria para insertar al material humano en todos y cada uno de los sectores de la economía.
Una de las cosas más tristes es constatar, que en lugar de ir mejorando, cada vez el material humano nos llega con menos conocimientos fundamentales para emprender sus estudios superiores.
Claramente, el problema está ubicado en los cimientos de esa educación: lo primero es la enseñanza de la lectura en cuanto a claridad, pronunciación y comprensión. Lo segundo es dotar a los alumnos de un vocabulario que comprendan y vayan ampliando y consolidado en cada uno de los años hasta integrarse en la vida laboral. La ortografía es una de las áreas en donde se detecta un gravísimo problema. Hay ocasiones en que en la presentación de los curriculum de los jóvenes hay tantos errores, que les hace imposible obtener oportunidades de tipo laboral. Si no se maneja bien la lengua materna, el aprendizaje de las demás será cada vez más endeble.
En toda esta etapa es fundamental la colaboración de todos: los padres en las casas, inculcando a sus hijos la importancia de la lectura y la adquisición de una responsabilidad en el cumplimiento de los deberes y de sus compromisos; en la escuela primaria, la responsabilidad de los profesores en el cumplimiento de sus obligaciones. Esos seis años son fundamentales para asentar todos los conocimientos fundamentales con que deben contar los niños. Actualmente, cuentan con la tecnología que les facilita mucho el aprendizaje, pero para ello deben de saber que no se trata solamente de reimprimir los materiales textualmente, sino que deben de llevar un proceso de análisis y selección de contenidos junto con la aportación de sus propias conclusiones.
Hay otro factor que ha sido muy menospreciado y que es fundamental y es el de la memoria. Se empezó a criticar y a no enseñar a los educandos como ejercitar su memoria. Además que, para una auténtica toma de decisiones, es necesario conocer datos reales para fundamentar las opiniones y actos sin lanzarse a opinar sin tener bases para ello. ¿Cómo trabajan las computadoras? En base a la memoria que ha sido hecha de acuerdo a como funciona el propio cerebro humano. Se dijo que lo importante era el análisis, ¿pero qué y cómo van a analizar los estudiantes si carecen de la información necesaria para llevarlo a cabo?
Si dotamos a nuestros alumnos de una sólida primaria, les será más fácil el avance en los próximos niveles. Es muy triste constatar que llegan a todas las universidades alumnos que fallan en actividades tan fundamentales y primarias como es la aritmética, para después fracasar con el cálculo y todos los niveles de matemáticas.
Otra área todavía más grave de desconocimiento es el de la historia. No conocen su país: como surgió desde la antigüedad hasta este momento. Es triste ver en ocasiones que los turistas saben más de nuestras culturas prehispánicas que nosotros mismos. Y no se diga un desconocimiento de lo sucedido en el siglo XX. Se limitan a repetir los eslogans de políticos y las críticas, en varias ocasiones sin fundamento y se dejan manipular terriblemente a la hora de tomar decisiones.
Es ya el momento de que todos tomemos nuestras responsabilidades como profesores y padres, pero lo más importante es que los alumnos tomen conciencia desde muy pequeños de que ellos son los que tienen que colaborar, desear aprender y no irse con el engaño de discursos sin fundamento. Tienen que ser conscientes de que el desarrollo del país va a estar en sus manos y que si por diversos tipos de intereses les ha convenido mantenernos en la ignorancia, urge que todos subsanemos ese error. Si cada uno toma su responsabilidad a conciencia: los padres a dirigir y supervisar; los docentes a enseñar, continuando con su preparación a lo largo de toda su vida laboral; y los alumnos el obtener lo mejor de los conocimientos de sus docentes, habremos empezado a retomar el auténtico camino de una buena preparación.
Todo esto se debe de hacer en todos los niveles: primaria, secundaria, preparatoria y universidad. Si los cimientos son sólidos no tendremos ningún problema para ir creciendo. Para aquellos que ya se encuentran en esos niveles tendrán que hacer un mayor esfuerzo, pero dándose cuenta de sus numerosas y graves carencias y tratar de subsanarlas acercándose a los docentes que les puedan ayudar a llenar esas lagunas de conocimiento que tienen en la actualidad.
Sólo así México podrá retomar el camino y todos nosotros debemos colaborar para hacerlo aún más grande.
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